Los primeros recuerdos escritos por una
persona ya fallecida pero que lo vivió personalmente, datan de
principio del siglo XX.
Esta Sra describe la importancia que
tuvo esta Cruz en Benacazón hasta el punto que a la celebración de
la misma acudían personas de los pueblos cercanos a caballo y en
coches de caballos e incluso de la cercana Triana.
Los vecinos de la actual plaza de la
Constitución dedicaban todo el año a preparar dicha celebración
haciendo teatros para recaudar fondos para sufragar los gastos que se
ocasionaban en la misma.
Los adornos florales eran
confeccionados por las vecinas a lo largo de todo el año y el diseño
que tendría la Cruz y toda la plaza estaba hecho por dos hombres que
tenían un gran sentido artísticos y gran facilidad para el dibujo.
En cada bocacalle que da a la plaza se
instalaba un artístico arco que confluían en en centro de la misma
en un templete donde se instalaba la música, y en la bocacalle de la
actual calle Ángel Pérez se solía instalar una caseta de feria por
una familia gitana donde se servía chocolate con buñuelos.
Tanto el personal femenino cómo el
masculino solían vestir el traje típico de Andalucía y no
faltaban, cómo es lógico en este pueblo, los famosos cohetes y
fuegos artificiales.
En la actualidad la Hermandad de la
Soledad ha recuperado esta tradición, pero no con la importancia que
tuvo en aquellos años de primero del siglo XX.
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