Un año más nuestras fiestas
patronales en honor a nuestra amantísima Madre la Virgen de la
Nieves han pasado, con mayor éxito para unos y con menor para otros.
Aunque la gente vaya faltando y existan
problemas, cuando llega el mes de Agosto, estas dolencias parece que
se hacen más pequeñas, todos aunamos esfuerzos y celebramos estas
fiestas.
Desde mi punto de vista pienso que
merece la pena retomar estos días “como fiestas”, fiestas en
nuestras calles, que se han vuelto a revestir de colorido, con gran
esfuerzo por parte de sus vecinos. También se ha vuelto al ambiente
de fiesta en nuestras casas, con esos frigoríficos llenos de comida (dentro de las posibilidades de cada uno) porque esperábamos la visita de nuestros familiares y amigos.
La salidas y entradas de la Virgen al
templo han vuelto a ser multitudinarias y la calle principal de
nuestro pueblo, llena de gente hasta el alba, llegando incluso a
disfrutar de nuestros tradicionales toros de fuego.
Hemos vuelto a ponerle mucho empeño,
en la realización de esos fantásticos arcos que adornaban las
calles. Según me consta, ésto empezó a hacerse el año que la
Virgen de Fátima visita nuestro pueblo, allá por el año 1951, que
con motivo de esta visita se engalanaron las calles y decidieron
hacerlo para “Las Nieves”.
Espero que no decaiga ese entusiasmo
por recuperar la tradición de hace medio siglo y algún día, no muy
lejano, podamos contemplar, entre otros muchos, ese fantástico arco
del Carpio, imitando la fachada de la Catedral de Barcelona,
corroborado por D. Antonio Bautista Torres que fue uno de los
artífices de la creación de dicho arco.
A continuación podreis observar algunas imágenes de la evolución del montaje del arco principal de nuestras fiestas en tiempos pasados.
