En esta nota de prensa se indica que
el 16 de julio de 1937 se aprueba un decreto del Gobierno nacional
que modifica la periodicidad del Día del Plato Único y el Día sin
Postre, que pasa a ser semanal, y de obligado cumplimiento.
El “Día de
Plato Único” fue una idea del general Queipo de Llano, quien la
propuso el día 13 de octubre de 1936 a través de las ondas
radiofónicas, como gesto hacia los soldados que luchaban en el
frente nacional porque “significa algo más que el sacrificio
material de los buenos ciudadanos, ya que este día tiene un triple
significado que en adelante no debe olvidarse en nuestro país:
¡Austeridad, sacrificio, caridad! (…) Es deber de todo buen
español el celebrar ese día”.
Así, unos días
más tarde, el 30 de octubre de 1936, mediante una
circular del gobernador general del Estado a los
gobernadores regionales de la zona nacional,
se estableció que en todos los restaurantes, mesones, hoteles y
casas de comida se sirviera un día al mes
un plato único pero se cobrara
el menú entero, teniéndose que destinar el dinero
recaudado por este concepto a la beneficencia.
Aunque al
principio se propuso que el día coincidiera con el primer viernes de
cada mes, posteriormente la Junta Técnica del Estado
reconsideró la propuesta inicial y decidió
que fuesen dos días, el 1 y el 15 de cada mes. Por
tanto, el primer día que se hizo efectiva esta medida fue el
domingo 15 de noviembre de 1936. En la prensa del día 14
apareció un llamamiento de la Junta designada para la implantación
del Día de Plato Único, donde se advertía de que “(…) como el
primer día de entrada en vigor coincide en domingo, se recuerda que
no será patriótico anticipar o retrasar su práctica con el
pretexto de celebrar fiestas familiares o simplemente las de domingo
festivo”.
Al año
siguiente, el 16 de julio de 1937, se amplió
la cuestación del Día del Plato Único convirtiéndola en semanal
(hasta el 1 de febrero de 1938 los viernes, y luego los jueves), al
tiempo que se instituyó el Día sin Postre, también
conocido como “lunes sin postre”, por coincidir
con este día de la semana. El dinero recaudado por
el plato único se dividía en dos partes: una iba a
parar al Fondo de Protección Benéfico Social para
sufragar los comedores de beneficencia, casas-cuna y orfelinatos, y
la otra al fondo del subsidio de ayuda a las familias de los
combatientes. Lo recaudado por el Día sin Postre estaba
a cargo directamente del Auxilio Social.
Esta medidas
eran de obligado cumplimiento tanto en las casas
particulares como en los establecimientos hosteleros, que debían
donar como mínimo el 25% de la recaudación
de ese día y debían presentar una lista de los
comensales. Los que no lo hacían eran acusados de
“desafectos al Movimiento” con el consiguiente peligro de ser
incluidos en las “listas negras de los malos patriotas” y pagar
la correspondiente multa.
En dicha nota de prensa de observa la
relación de los pueblos de la provincia de Sevilla que han ingresado
en la Caja de la Diputación Provincial el importe del Plato Único
correspondiente al mes de abril del 1937. La recaudación en
Benacazón fue de 113 pesetas.
Nota de prensa del ABC 1937 |
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